Cuentan que en la Jamaica recién independizada, hubo un verano tan caluroso que los músicos no podían seguir tocando el acelerado y rabioso ritmo del Ska. Bajaron el pistón y así nació el Rocksteady; más suave, sinuoso y vacilón. Ken Boothe firmó en su debut con el sello Studio One algunas de las más brillantes canciones de este género. Melodías edulcoradas de temática romántica cantadas con su voz dulce llena de Soul.
Hacerse con una edición original jamaicana tiene mucho riesgo. El tipo que me lo vendió, me avisó. La calidad del vinilo es baja, las portadas toscas y el prensaje deleznable. Pero no existe otra alternativa en vinilo para hacerse con este álbum. En este caso tiene bastante ruido, pero cómo será la cosa que hasta en la reseña de Allmusic hablan de ello. Es decir, debe ser que este disco no está reeditado porque todas las copias que existen están cargadas de fritura.
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