The Skatalites - Greetings from Skamania (1996)

Más de 30 años después de su disolución, The Skatalites publicaban uno de sus álbumes más excitantes. Ya habían sido convertidos en leyenda viva y reconocidos como los creadores del Ska, el primer género musical que aportó Jamaica a la cultura mundial. No estaban los tristemente fallecidos prematuros, Jackie Mittoo ni Don Drummond. Pero aún quedaban muchos miembros originales: Tommy McCook y Roland Alphonso a los saxos tenores;  Lester Sterling al saxo alto; el batería Lloyd Knibbs; al bajo Lloyd Brevett, y Doreen Shaffer que aporta un par de temas vocales. Producción a cargo del mismo Tommy McCook y Joe Ferry.

En su origen fueron la banda de estudio del sello Studio One. Ellos pusieron música al primer hit de The Wailers (aún sin el Bob Marley delante) u otros, como Desmond Dekker o Lee Perry. Muy influenciados por los ritmos que sintonizaban desde las emisoras del sur de los EE UU, incorporaron al Mento (la música tradicional jamaicana) y al Calypso ( de Trinidad y Tobago), el Rhythm and Blues, el Boogie Woogie o el Jazz. Esa primera etapa duró escasos tres años (1963-1965). Permanecieron un par de décadas enterrados bajo capas de nuevos estilos musicales jamaicanos (a los que seguían contribuyendo como músicos de sesión).

Pero tras la explosión de la llamada Segunda Ola del Ska, protagonizada por los grupos del sello 2 Tone en la Gran Bretaña del Post-punk, tuvieron que regresar por aclamación popular. Ellos eran los papis de la criatura.

Greetings from Skamania, como todos sus discos, combina temas de la era clásica, algunas versiones (destaca El Pussycat de Mongo Santamaria) y nuevas composiciones (en esta ocasión canciones tan contundentes como Skalloween o el propio Skamania).

Hasta ahora sólo existía una edición en CD. Yo tuve una cassette grabada que fue de las favoritas en los viajes largos en coche. Otro día hablaré de las bondades del Ska como música de acompañamiento en la conducción, ideal para ir a piñón fijo. Pero en este último Record Store Day, el pequeño sello Shanachie, editó este precioso y deseado vinilo en color verde, aunque solamente en EE UU. Tuve suerte de pillar una copia que llegó a Europa.