En los años 70 se hicieron quemas públicas de vinilos de música Disco. Se emplearon argumentos similares a los que hoy se oyen en contra del Reguetón. Supongo que más de un nostálgico se tiraría hoy a esas llamas para salvar algún preciado primera edición. Hay quien dice que la diferencia entre música clásica y moderna es que la música moderna será la clásica del futuro. Añado que los clásicos del mañana no pueden ser conocidos hoy. Por eso me aburren las discusiones sobre Rosalía. El tiempo juzgará la música actual. Pero lo que es innegable es que esta es la música actual. El Regueton, el Trap, el Kuduro, etc.
En lo años 80, las esposas de varios senadores lideradas por Tipper Gore (esposa del vicepresidente del gobierno con Clinton), iniciaron una cruzada contra el Rock con argumentos muy parecidos a los que se suelen emplear en contra del Reguetón: música horrible que convierte a la juventud en degenerados, incitación a la violencia y a la promiscuidad sexual, fomenta el hedonismo y va contra la educación y las buenas costumbres. Es paradójico que quienes aman un género que nació para provocar y se generalizó entre los jóvenes a base de escándalos (Elvis y sus caderas, Morrison y sus exabruptos contra lo establecido, los Stones y su apología de las drogas, los Pistols amenazando a la Gran Bretaña....), es increíble que peña que se emociona con videoclips de Hair Metal repletos de macizas en bikini que les rien las gracias a macarras que beben a morro de una botella de Jack Daniels, se escandalicen porque la juventud busca su perdición (uy, me ha salido un verso de Vicio, un tema de Reincidentes que habla justo de eso, de como los viejos critican a los jóvenes por sus vicios con la hipocresía de no reconocer los suyos propios)
Mi abuela me decía: "¡Quita esa música ratonera!", cuando yo ponía discos de Elvis Presley con 15 años. Supongo que ella pensaría que eso no era música, era ruido a sus oídos. Pensaría también que alguien me estaba comiendo el coco para que me comprara discos cantados por extranjeros a los que no entendía, en vez de poner música de mi país, cantada en español por Antonio Molina, Juanito Valderrama o la Piquer, que eran sus favoritos y que a ella le emocionaban. Hay mucho Rock descerebrado, y que además se jacta de ello. Mensajes llenos de estupidez y mucho vacío (a veces me alegro de no saber inglés). El Rock es una música muy simple, unos pocos acordes repetidos machaconamente. Mi abuela no hubiera sido capaz de diferenciar a los Ramones de Pink Floyd. Para ella todo era el mismo ruido horroroso. A mi me va el rollo Rock and Roll básico y primitivo, y no entiendo mucho eso de grupos pretendidamente de "más calidad". Al final son gustos y también la música que escuchas en tu adolescencia. Es emocional.
Escuchar Rock hecho en 2019 no es escuchar música moderna, es seguir dando vueltas a un sonido con 60 años de historia. Los amantes de un formato vetusto como es el vinilo, no pueden negar cierto sesgo nostálgico y glorificador del pasado. Pero el Reguetón y derivados está suponiendo una latinización de la música de baile en los EEUU, que es donde se corta el bakalao (otra música denostada en su momento y por cierto reivindicada hoy). Y como tal pasará a la historia. Y generaciones futuras glorificaran con nostalgia estas canciones que formaron parte de la banda sonora de sus vidas. Y surgirán nuevos géneros musicales influidos por el Reguetón (que a su vez serán denostados por los puristas).
Viajé a Centro América a principio de los 2000s. En esa época prácticamente sólo escuchaba Reggae. Me traje CDs de una nueva música que mezclaba Reggae, Dancehall, Cumbia, Hip Hop. O sea Reguetón. Se lo pasé a mis amigos y les moló. Luego llegó la oleada de reggaeton en las listas de éxitos y su demonización. Lógicamente llegaron canciones comerciales y destinadas a convertirse en hits inmediatos, no llegaron otros artistas con más calidad musical. No escucho Reguetón, ni Trap, pero los respeto, como lo que son. Los clásicos del futuro.
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