miércoles, 3 de enero de 2018

Black Sabbath - Sabbath Bloody Sabbath



En plena adolescencia rockabilera, llegó a mí este álbum en forma de cassette. Pepovich, un amigo de clase, me regaló tres cintas que se había encontrado. Ésta, el Vol. 4 también de Black Sabbath y el L.A. Woman de The Doors. La segunda no funcionaba. La última me mostró que el Blues no acababa en John Lee Hooker (el resucitado bluesman tan de moda en aquellos primeros '90). Y la primera me poseyó como al tipo de la macabra portada.

El comienzo del LP me sedujo con la irresistible Sabbath Bloody Sabbath. Aquello era Rock and Roll a toda velocidad, nada podía ir mal. Al menos hasta que la canción tiene ese cambio de ritmo diabólico, y entonces, el oscuro riff rockero me hipnotizó. Me dijo, "Desecha tus estrechos prejuicios puristas a partir de aquí, pipiolo. Nunca habías escuchado un Rock como este. Aquí vale todo. Deja que la melodía entre muy profundo en ti. Cuando acabe la cinta, olvidarás esto. Pero entrarás en trance siempre que vuelvas a escucharla. ¡Ah!, y nunca criticarás a Black Sabbath".

Solo ese hechizo puede explicar que no quitase la cinta durante la lenta instrumental al piano de Fluff (no podía soportar ninguna balada por aquel entonces), o que no la tirase directamente por la ventana durante la bizarra Who are you (los sintetizadores estaban prohibidos por mi religión).

La voz metálica, desesperada de Ozzy me estaba contando algo. No entendía el inglés, pero estaba claro que no me hablaba de chicas y Cadillacs. No me estaba animando a irme de fiesta. Este tipo se estaba jugando algo gordo. Se había metido en un buen lío con criaturas ectoplasmáticas por andar buscando experiencias paranormales. Títulos enigmáticos como Killing yourself to live me desasosegaban. Who are you me erizaba el vello corporal más recóndito. Pero la cosa acababa bien. No se cómo, pero Ozzy escapaba  del peligro en la siguiente canción. Looking for today, un rock optimista, que me transmitía vitalidad y libertad. Respiraba aliviado y con fuerza para acabar con Spiral Architect, un medio tiempo en el que podía confiar. Todo esto sin saber de qué iban las letras. Una auténtica experiencia parapsicólogica.

Durante años escuché aquella cassette, sin importarme que la de Vol. 4 no funcionase. Cualquiera se embarcaba en otra movida de ese tipo. Bastante viaje me procuraba una sola. Pero, ya en la universidad, encontré a otro hechizado.  Nachei me grabó los 6 primeros LPs de la banda en 3 TDK de 90. Pude sentir  toda la energía satánica rockera de sus riffs pegajosos. Conocí sus éxitos y sus discos más redondos. Por algo Henry Rollins decía aquello de “Sólo debes creer en ti mismo y en los seis primeros discos de Black Sabbath"

Quizá no sea el mejor, pero Sabbath Bloody Sabbath es el que más me gusta. Debe de ser por el embrujo que me echó ese día la guitarra del Iommi.

Aquella cassette la vendí rápido en Todocolección. La venta incluía de regalo el inaudible Vol. 4. Con ello pude financiar parte de la compra de esas piezas en vinilo, siguiendo mi propósito de conseguir en ese formato aquellos álbumes que conocí en cassettes grabadas. La copia que tengo incluye la carpeta abierta, con una fantasmagórica fotografía del grupo en el interior. Y la imagen de la portada es de esas que necesitaban el formato grande para ser bien apreciada. Algo que no estaba pensado para el CD. Y que con la cassette ya requería de una lupa.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

The Pogues ‎– If I Should Fall From Grace With God (1988)

Siguiendo las enseñanzas de The Clash, el Punk expresándose a través del folclore popular. The Pogues era el grupo que más me gustaba...