viernes, 5 de enero de 2018

Pearl Jam - Ten



Sí, tengo el Ten de Pearl Jam en su primera edición española. Lo adquirí hace poco tiempo, como conté en el post dedicado al Harvest Moon de Neil Young. Y sí, también tengo entrada para verles en julio de 2018 en concierto. Será la primera vez que les vea en directo.
Me llama la atención la capacidad que han tenido para mantener intacto su halo de autenticidad que les ha erigido ahora como la legitima banda representante de toda una generación. A mi alrededor se ha levantado una gigantesca ola de súbito interés por asistir a ese concierto. Es alucinante. Cualquiera que tuviese menos de 30 años en los '90, dice querer ir al concierto como si fuera su banda favorita. Signo de estos tiempos retromaniacos que vivimos, donde glorificamos las músicas del pasado, porque quizá las del presente sigan sonando como un mero eco repetitivo de aquellas. Pero también parece como que si yendo a verles pudiésemos regresar a esos tiempos donde, por última vez en la Historia, el rock tenía el poder de salvar nuestras vidas ¿Qué hubiese pasado entonces si Kurt Cobain estuviese vivo? Habrían tenido que buscar un recinto para albergar a un millón de personas, por lo menos.
Confieso que yo les seguí hasta el Yield, aunque a No Code no le hice mucho caso. Tenía una TDK de 90 con el Ten por una cara y el Vs. por la otra. Y luego 2 cintas de 60 para el tremendo Vitalogy y el suave Yield. Todas ellas ya están vendidas. Increíble pero hay gente dispuesta a comprar cintas de cassette grabadas. Será cierto eso de que las cassettes son ahora cool. Por mi parte ansío el momento en que los vinilos de Yield y Vitalogy formen parte de mi colección. Aunque está difícil. ¿Alguien puede explicarme por qué reeditan un álbum en versión doble? Al igual que me pasó con The Sourthern Harmony and Musical Companion,  tardé mucho tiempo en encontrar un ejemplar original noventero a buen precio. La reedición doble supone estar dándole la vuelta al disco cada cuarto de hora. Y Vitalogy es para escucharlo del tirón.
Del Ten acaban de lanzar una reedición en este 2017. La última que sacaron también era un álbum doble. Pero, en esta ocasión no era una versión extendida. Cada disco contenía las mismas 10 canciones, pero en dos mezclas diferentes. Buena forma de tener un doble del que sólo vas a poner uno de los vinilos. El otro no pasará de la primera y curiosa escucha, la del día que te lo compras. Para colmo, la portada era diferente. No se puede cambiar una portada tan mítica a la ligera. Descarté esa versión nada más verla.
Sí, tener el Ten edición original es tener una esquirla del Grial de la esencia noventera. Es como si Proust hubiera podido tener materializado en un objeto el olor de su magdalena. 

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